Como ovejas entre lobos.

 

 

 

Una vez escogidos los discípulos que Jesús creyó conveniente, les envió a predicar el evangelio del Reino, dándoles autoridad sobre los espíritus inmundos, para sanar toda dolencia y toda enfermedad, incluso para resucitar muertos. (Marcos, 3:13-18) (Mateo, 10:1-15)

Recordándoles que esta autoridad la habían recibido de gracia, por lo tanto de gracia (gratis) la debían usar, además de otra serie de recomendaciones para llevar a buen término su cometido.  (Mateo, 10:8)

Una de estas recomendaciones es la que a continuación transcribimos:

He aquí yo os envío como a ovejas en medio de lobos; sed, pues, prudentes como serpientes, y sencillos como palomas. (Mateo, 10:16)

En primer lugar el Señor le expone a sus discípulos en que condición son enviados,
-como ovejas en medio de lobos-, es decir van a ser un bocado apetitoso para mucha gente, porque así como las ovejas no pueden defenderse de los lobos, se supone que ellos, tampoco lo podrán hacer. (Mateo 5:38-48)

Aunque para el Señor si que hay defensa posible. Aconsejándoles que la defensa más eficaz contra los “lobos” que pudieran ir contra ellos, es la prudencia y la sencillez.

Y para ello pone como ejemplo de la prudencia a la serpiente, y a la paloma como el de la sencillez.

Al preguntarme el motivo porque el Señor habría tomado como modelos de comportamiento a la serpiente y a la paloma, me quedé “en blanco” no podía comprender lo de la serpiente, de ese animal tan repulsivo para tanta gente, y que nos trae a la memoria lo que pasó en el jardín del Edén, aunque sí que comprendía un poco lo de la paloma, por Noé, el Espíritu Santo…, pero ¿la serpiente?

Así que tuve que indagar un poco sobre el comportamiento de las serpientes y la palomas, porque el Señor como maestro, tendría sus motivos para presentarlos como ejemplo.

De todo lo escrito que encontré sobre las serpientes, tres características de estos animales me llamaron poderosamente la atención: la vista que la tienen muy desarrollada; su olfato que es muy agudo, y un sentido químico adicional que utilizan ampliamente en casi todas las actividades. Quedando gratamente sorprendido al comprender los motivos que tuvo Jesús al poner como ejemplo de prudencia, a la serpiente.

Entendí que desea el Señor, (es lo que creo) que todos los que Él envía, tengan la vista muy desarrollada, es decir que tengan una visión muy clara de para que y por que son enviados.

Que posean también un olfato muy agudo, para discernir el entorno espiritual en el que se desenvuelvan o se vayan a desenvolver.

Y finalmente, la necesaria e imprescindible dirección del Espíritu Santo, al que podríamos llamar “indispensable sentido espiritual” para utilizarlo en todas las actividades; debido a que sin “ese sentido” cualquier actividad, estaría abocada al fracaso.

Por lo tanto, sumando visión, discernimiento y la dirección del Espíritu Santo, el resultado será una defensa eficaz contra “los lobos”, es decir la suma de estos tres sumandos es igual a: prudencia.

Porque: El que refrena sus labios es prudente. (Proverbios, 10:19) El que no hace caso a la injuria es prudente. (Proverbios, 12:16)  y En el corazón del prudente, reposa la sabiduría. (Proverbios, 14:33)

Sobre las palomas encontré, dos características muy particulares que las diferencian del resto de muchas otras aves: Comen cualquier cosa, y construyen sus nidos con cualquier tipo de materiales, incluso llegado el caso, con sus propios excrementos. De ahí que sean aves muy sencillas. También tuve suficiente con lo expuesto, para comprender un poco más, el porqué de la recomendación de Jesús.

La sencillez (junto a la prudencia) que en pocas palabras significa “poco complicado”, es lo que les sugiere el Señor Jesús a sus discípulos para que los “lobos” no puedan con ellos, debido a que puede ser muy fácil caer en el error, de sentirse importantes y exclusivos al haber sido enviados a predicar el evangelio de Jesucristo, exigiendo en ocasiones y contra de la voluntad del Señor, un trato especial y diferenciado, (comida exquisita y alojamiento selecto) de los que les han acogido.

Y posad en aquella misma casa, comiendo y bebiendo lo que os den…;  (Lucas, 10:7)

De ahí, que los que son enviados deben contentarse con lo que tienen, sin exigir nada, ya sean ofrendas o cosas semejantes, dejando que sea el Señor el que provea para su necesidad, porque Él se preocupa por los suyos.    (Hebreos, 13:5)

Los lobos; son los lobos animales depredadores, (devoran a sus presas) que conocemos desde nuestra infancia a través de historias o de algún cuento que nos contaron. Se sabe también su hábitat y todo lo relacionado con ellos, por el estudio y seguimiento que de su comportamiento se ha hecho. En verdad, se ha escrito y filmado muchos sobre los lobos. Incluso se sabe que poseen estos animales unas características muy particulares, cazan en manada y protegen su territorio de tal manera, que es muy difícil y peligrosos que alguien intente invadirlo.

Debido a estas particulares características de los lobos, que no le eran desconocidas al Señor, alertó a sus discípulos con lo que con toda seguridad, se iban a encontrar, ya fueran gentes, instituciones o medios, (lobos) que iban a ir a por ellos y contra ellos, ya que tendrían que adentrarse en un territorio (espiritual) controlado por sistemas, filosofías, opiniones y puntos de vista, totalmente contrarios a Dios, (Mateo, 15:8-9) y que no iban a permitir que nadie les invadiera y menos aún les arrebatara para el Señor de Gloria, todo lo conseguido a través de tradiciones, rituales, engaños y confusión de mentes. (Col. 2:8)

Sistemas estos, muy conocidos.

Pero lo que no es conocido por muchos, es que pueda haber “lobos” en nuestro corazón.

Desconocimiento este, que incluye hasta los que son enviados por el Señor. Lobos que suelen mostrar sus dientes cuando al ganar almas para Cristo, el adversario molesto, por el éxito conseguido, siembra orgullo y puede que también soberbia; intentando, si estas semillas llegaran a germinar, primero desacreditar, para después destruir, a todos aquellos que el Señor ha enviado a establecer su Reino. Para que arrogantes y llenos de si mismos se atribuyan el éxito obtenido, a su capacidad y buen hacer, dejando de lado la obra redentora de nuestro Señor Jesucristo. (Fil. 3:18-19)
De ahí que la prudencia y la sencillez, sea lo más recomendable para salir airoso cuando se esté rodeado por una jauría, (externa o interna) de lobos.

…… El testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo. (Salmos, 19:7) 

…… El que gana almas es sabio. (Proverbios, 11:30)

 

 

Que la Gloria sea siempre para nuestro Dios.

 

 

 

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