Menciona el Señor Jesús en la parábola del sembrador, que el sembrador salió a sembrar (ese era su trabajo). Y que mientras sembraba, y parece ser que a *voleo, no toda la semilla cayó en la tierra preparada para ello, sino que parte de la semilla, sin pretenderlo, cayó en el camino, parte en pedregales y parte entre espinos; y los espinos crecieron, y la ahogaron. (Mateo. 13:3-7)
Pues bien, en el libro del profeta Jeremías, advierte el Señor a los hombres de Judá y Jerusalén a través de Jeremías, que aren los campos para ellos y que no siembren entre espinos. (Jeremías 4:3)
Dando el Señor, a través del profeta Jeremías, y no es una parábola, un toque de atención, no sólo a los hombres de Judá y Jerusalén, sino que, al ser la palabra de Dios *atemporal, alcanza a todos aquellos que en la actualidad aseguramos conocer y creer en el Señor de Gloria, (Mateo, 15:8) y que al igual que los hombres (también mujeres) de Judá y Jerusalén no tenemos en cuenta (toda) su palabra. (Jeremías, 4:4)
Para que su Palabra, cual semilla sembrada en nosotros, y no en otros, no sea ahogada por los espinos que nos rodean. (Mateo, 13:22)
Porque los espinos, crecen solos. Nadie los siembra, las condiciones de la tierra desértica hacen que surjan con fuerza (al igual que las pasiones en el hombre) y si alguien quiere cultivar la tierra y que esta produzca, antes de sembrar tiene que quitarlos.
Ya que, algunos campesinos para trabajar menos y ahorrarse tiempo, cortan a ras de tierra los espinos. Otros los queman. Pero como no arrancan las raíces, al tiempo vuelven a brotar con fuerza, ahogando así los cultivos.
Pasé junto al campo del hombre perezoso, y junto a la viña del hombre falto de entendimiento; Y he aquí que por toda ella habían crecido los espinos, ortigas habían ya cubierto su faz, y su cerca de piedra estaba ya destruida. (Prov. 24:30-31)
Por lo que además de sembrar a voleo, como solemos hacer, creo que deberíamos disponer de más tiempo para buscar y estrechar nuestra propia relación con el Señor, (arar nuestro propio campo) reconociendo nuestras faltas y errores para recibir (al no sembrar entre espinos) la bendición y la dirección de Dios.
Porque la tierra que bebe la lluvia que muchas veces cae sobre ella, y produce hierba provechosa a aquellos por los cuales es labrada, recibe bendición de Dios; pero la que produce espinos y abrojos es reprobada, está próxima a ser maldecida, y su fin es el ser quemada. (Hebreos, 6:7-8)
Que la Gloria sea siempre para nuestro Dios.
*Sembrar a Voleo: Arrojar la semilla a puñados esparciéndola al aire.
* Atemporal: Aquello que está mas allá del tiempo.
Amén y amén!! Gracias Pastor por este enfoque sobre la Palabra. Bendiciones !!
Muchas gracias Carlos por tu comentario. Siempre es alentador saber que alguien lee lo que uno comparte.
Gracias por ese consejo tan bueno.
Dios lo bendiga más.
Muchas gracias.
Nunca había sabido el significado exacto de la expresión. «a voleo». Gracias por la información.
Qué gran responsabilidad es recibir de manera digna la semilla de la Palabra.
Muchas gracias Canín, por tu comentario.