Cuando llega la bendición.

 

 

 

Hay en mi opinión una clara enseñanza en el porqué recibió bendición Zaqueo, cuando no dudó en recibir a Jesús en su casa.

Opinión, que a continuación paso a exponer:

Nos relata Lucas, que Zaqueo quería ver quien era Jesús, y todos sabemos lo que aconteció, que fue Jesús quien se fijó en Zaqueo, auto-invitándose a continuación Jesús, a casa de Zaqueo, debido a que tenía para él y para su casa, una importante bendición. (Lucas, 19:1-10)

Meditando sobre este hecho, recordé lo que nos aconteció a mi esposa y a mi, en uno de nuestros viajes al nuevo continente.

Ambos hemos viajado juntos en varias ocasiones a ese continente, pero en esta ocasión iba a viajar solo; mi esposa no se sentía motivada para este viaje debido a la cantidad de horas de vuelo, hasta llegar a nuestro destino, además de no estar convencida de que el Señor, había dispuesto de que ella viajara en esta ocasión.

Así que reservé solamente un billete de avión para la fecha prevista; pero una vez hecha y abonada la reserva, mi esposa me sorprendió (no es la primera vez que lo hace) al decirme que el Señor le había mostrado que debía acompañarme, a pesar de las cerca de 23 horas que habían de trayecto, desde nuestra casa hasta llegar a nuestro destino. El Señor le había dado una palabra de bendición, para el hermano que iba a ser nuestro anfitrión y para su casa; cosa que a través de un correo le comuniqué.

Ni tuve mas remedio que ponerme en contacto con la agencia de viajes, e intentar reservar otro pasaje en el mismo avión; pasaje que conseguimos, aunque tendríamos que viajar en asientos separados, (eso me dijeron) al haber hecho la reserva mas tarde.

Pues bien, viajamos en la fecha prevista, y desde el principio, fuimos bendecidos por el Señor, ya que en el mismo aeropuerto al facturar las maletas y recoger los pasajes, nos dieron la sorpresa de que íbamos a viajar en primera clase o bussines, ¡juntos! y sin costarnos ni un céntimo mas. ¡Cosas de nuestro Señor!

Llegados a nuestro destino, fuimos recibidos en el mismo aeropuerto, por Pedro Juan, nuestro anfitrión; que según mi esposa, iba a ser el receptor junto a su familia, de la bendición que llevaba para ellos, de parte de Dios.

Pasaban los días visitando iglesias y ministrando la Palabra, esperando que Pedro Juan nos invitara a saborear un buen café, (que pensamos sería en su casa), tal y como nos aseguró en uno de sus correos (al menos así lo entendimos) que haría; esa era la excusa perfecta para poder darles la bendición que mi esposa recibió para ellos, de parte de Dios, rodeado de los suyos y en la intimidad de su hogar.

Al aproximarse para nosotros la fecha de retorno, me atreví a pedirle a Pedro Juan, que mi esposa estaba deseando tomarse ese cafetito en su casa, junto a su esposa e hijos. Sin darle mas detalles ni explicaciones.

Un par de días después, me dijo que no podíamos ir a su casa, por ser esta muy humilde, añadiendo que para su esposa sería humillante recibirnos en su hogar y que le ocasionaríamos mucho daño ¿?

Así que no fuimos, y ya no volvimos a mencionar nada sobre la bendición que llevábamos de parte del Señor para ellos, ya que era necesario, (así lo recibió del Señor mi esposa) que esta se diese o impartiese en su casa.

Regresamos a nuestro país, algo asombrados y también tristes, al haber podido comprobar que en ocasiones, (aquí también me incluyo) es mucho mas fuerte, lo que creemos se puede llegar pensar de nosotros, (el que dirán) aunque sea un engaño de nuestra mente, que recibir las bendiciones que para nosotros, tiene el Señor preparadas. (Mateo, 10:41)

Imaginémonos por un momento, lo que hubiera pasado si Zaqueo le hubiera dicho al Señor Jesús, cuando este le dijo: ¡es necesario que pose yo en tu casa! (Lucas, 19:5)

-Vale Jesús, pero espera que consulte con mi esposa para ver si es posible, porque ya sabes como son las mujeres, les gusta tenerlo todo en orden, o tal vez tenga un compromiso ineludible y tengamos que dejarlo para otra ocasión.-

Pero no fue así, para bien de Zaqueo. Zaqueo recibió a Jesús en su casa sin importarle en que condiciones de orden se iba a encontrar la casa al llegar a ella, y sin preocuparse ni por un momento, si su esposa iba a estar de acuerdo con él o no, en recibir a Jesús en su hogar.

Jesús entró en casa de Zaqueo para bendecirle a él y a su familia, sin fijarse, o tal vez fijándose en que condiciones se encontraba la casa, aunque sin importarle para nada. A Él solo le importaba Zaqueo y su familia, y por eso se había auto-invitado, deseaba bendecirles y ofrecerles la salvación. (Lucas, 19:9)

Se que una casa dice mucho de los que la habitan; es nuestro refugio y el lugar donde nos relajamos del devenir diario, y en ella nos comportamos tal y como somos; allí ni fingimos, ni disimulamos, ni ocultamos nuestra forma de ser, adecuando la casa, a nuestros gustos y a nuestras necesidades. Curiosamente, (lo podemos comprobar en cada visita que hagamos) aunque en el exterior se parezcan, al entrar en ellas podemos observar que interiormente…, no hay una casa igual a otra, como interiormente no hay una persona igual a otra. Cada casa u hogar, refleja la personalidad de los que la habitan.

Por eso el Señor quiso estar con Zaqueo y con los suyos en la intimidad de su hogar, para que sin testigos, y sin avergonzarse por nada, pudiera mostrarse tal como era y abrirle su corazón al Señor. Sin tener necesidad de aparentar lo que no era; sin ningún tipo de temor a juicio alguno; y sintiéndose arropado por los suyos pudo Zaqueo, recibir la bendición y la salvación, que el Señor Jesús le ofreció.

Y tal vez, por este mismo motivo, quería el Señor que fuéramos recibidos en el hogar de Pedro Juan, para que sin ningún tipo de sonrojo por la humildad de su casa; sin necesidad de aparentar lo que no son; sin tener nada que ocultar, (el Señor lo sabe todo y entra en todos los hogares que se lo permiten) recibieran él y los de su casa, esa bendición por la que tanto habían clamado y que el Señor tenía preparada para ellos. Bendición que anhelaban, y que al no desear o no poder recibirnos, por los motivos que alegaron, no les pudimos dar y con pesar en nuestro corazón, nos la trajimos de regreso a nuestro país. (Lucas, 10:5-6)

Para nosotros, además de una nueva experiencia fue también una clara enseñanza. Entendiendo a través de ella, que todos sin excluir a nadie, estamos necesitados en primer lugar, del Señor de las bendiciones, para obtener, las bendiciones del Señor, y que las mas necesarias primeramente, deben ser para nuestra casa; sobretodo para los que de alguna manera estamos al servicio de Dios, debiendo estar dispuestos siempre, a recibir a Jesús el Señor en nuestro hogar, o a todo aquel que venga en su nombre para bendecirnos. Porque en cualquier momento y sin esperarlo, puede llegar la bendición, en respuesta a nuestras peticiones y oraciones. (Hebreos, 13:2)

 

 

Que la Gloria sea siempre para nuestro Dios.

 

 

 

7 comentarios sobre “Cuando llega la bendición.

  1. .. que bien explicas, Antonio, con este ejemplo de vuestro viaje, lo que nos ama y de que forma el Señor.. ¿cómo quieres ser bautizado por mi?.. yo no soy digno de que entres en mi casa.. soy yo el que lo necesita.. ¿cómo tú vas a lavarme los pies?.. ¿cómo se deja tocar por esta prostituta?.. ¿cómo puede venir el Majestuoso y Todopoderoso a hacer morada en el interior de mi persona?.. se nos hace tan difícil entender que El es Amor.. cuando miramos lo poco que somos y tenemos.. pero su Amor es tan grande que se digna a lavarnos los pies , a bendecirnos como dices.. no importa lo que seamos o tengamos..
    .. un abrazo fuerte, Antonio, para ti y para tu esposa..

    thoti

  2. Muchas gracias, Antonio, por recordarnos de forma tan «experiencial» la cantidad de bendiciones, ayuda y conocimiento del Señor que a veces nuestra miopía espiritual consigue que nos perdamos. Estas palabras son una llamada de atención para que estemos pendientes de los regalos que gratuitamente nuestro Señor nos hace cada día.
    Gracias Antonio y Ana por vuestro testimonio.

  3. Hno. reciba muchas bendiciones y que el Señor Jesus le continúe dando ese rema que nos trae mucha bendicion a nuestraa vida.

  4. Excelente mensaje pastor,lleno de mucha sabiduría y esperanza para todos,esperamos que DIOS se siga manifestando por medio de su persona y siga llevando esas bendiciones que tanto necesitamos,que DIOS lo siga bendiciendo y mostrando su misericordia por medio de ustedes.
    Saludos
    RUBEN-EL SALVADOR

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