El Espíritu de Jezabel.

 

 

 

Pero tengo unas pocas cosas contra ti: Que toleras que esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos….. (Apoc. 2:20)

Como todos sabemos, al menos los que tenemos la Biblia como referente, era Jezabel una princesa sidonia a la que tomó por esposa Acab, rey de Israel. Y que una vez desposada con Acab, introdujo en Israel el falso culto a Baal, (señor) dios de los sidonios induciendo a su esposo a adorarlo. (1ª Reyes. 16:31 y 21: 25-26)

Constituyó y sostuvo profetas para que enseñaran las doctrinas del falso dios. (1ª Reyes, 18:22)

Mandó matar a los profetas del Dios de Israel para exterminarles y así acabar con el verdadero culto. (1ª Reyes, 18:4, 13)

Intentó también matar a Elías, el profeta de Dios. (1ª Reyes, 19:1-2)

Ocupó un lugar que no le correspondía al ser reina consorte; manipulando y mintiendo para conseguir sus objetivos, sin detenerse ante nada. (1ª Reyes, 21:5-13)

Su doctrina estaba fundada en la hechicería y la fornicación. (2ª Reyes, 9:22)

Y su fin fue horrible, tal como lo profetizó Elías. (2ª Reyes, 9:30-33)

Pues bien, el espíritu de Jezabel, como el de Absalón y algún que otro más de los que en su día hablaremos, se encuentra en la iglesia, tal y como lo señala el mismo Señor Jesucristo.

Suele actuar generalmente cuando la iglesia está entrando en un periodo de crecimiento o en un compromiso fuerte y firme de buscar la santidad para favorecer el crecimiento de la obra de Dios.

Y para ello intentará socavar la autoridad y el buen nombre del pastor o ancianos de la congregación.(Hebreos, 13:17) Jezabel no tolera la autoridad establecida en la iglesia, y para conseguir sus fines engaña a muchos, seduciéndoles y manipulándoles (hechicería) a través de suaves palabras y frases bonitas, incluso manifestándoles, ya que se auto-define como profetisa, que son Palabra de Dios.

Porque sus fines son aunque no lo diga, es hacer todo el daño que pueda a la obra de Dios, yendo en primer lugar por el pastor, levantado murmuraciones y críticas, para después hacer enfrentar a los fieles unos contra otros, a través de chismes, murmuraciones y habladurías.(Mateo, 26:31) Y una vez conseguido esto, si es que puede, se pasará a otra congregación, para seguir haciendo el trabajo de socavar la obra de Dios.

Suele también ser extremadamente religioso porque aparenta ser muy espiritual, y aunque todo esto es falso, logra cautivar y atraer a muchos; lo que le produce un singular orgullo religioso.(Sant. 1:26) Utiliza cualquier medio para alejar a las personas de una vida espiritual legítima, y los “encanta” para hacerles entrar en su esfera de influencia, sin posibilidad de discernir por si mismos si lo que les enseña o las profecías que recibe son realmente de Dios.

Se considera (por los eruditos en este tema) que es un espíritu femenino y feminista, porque resiste a una autoridad masculina firme, aunque puede operar tranquilamente a través de un hombre.  (1ª Tim. 2:12)

Cuando se le confronta, ataca acusando con versículos bíblicos fuera de contexto, para producir culpa, o tratando de inspirar lástima, (siempre hay alguien dispuesto a escucharle) mostrándose astutamente como victima, cuando es todo lo contrario. Es un espíritu manipulador. (Mateo, 4:2-7)

Es una falsa maestra y falsa profetisa, que abusa de su ascendiente moral para hacer errar dentro de la propia congregación o desde fuera de ella, a los fieles. Porque su trabajo consiste en confundir a los creyentes, levantando falsos profetas y falsas enseñanzas, (que asegura son revelaciones de Dios, pero contrarias a su Palabra) para apartarlos de la verdad. Las herramientas que utiliza, pueden ser desde la falsa profecía hasta la melosa adulación. (Jer. 23:31) Defiende su pequeño reino y fomenta en sus seguidores una sutil dependencia hacia ella, a través de “estudios bíblicos hogareños”, aunque algunos le dan otro nombre. (Mateo, 7:15)

Puede muy bien esconderse detrás de una fachada de interés por el prójimo, de ser útil o de apoyo desinteresado, o ganárselo a través de regalos o pequeños y variados detalles, para enterarse de todo lo que sucede tanto en la iglesia como en su vida privada, manejando la información que obtenga para su propio interés. (2ª Cort. 11:14)

Y podríamos seguir enumerando una serie de cuestiones para tener en cuenta y descubrir al espíritu de Jezabel, pero creo que con la muestra es suficiente, para entender que debemos hacerle frente y no permitir que con su influencia, ni La Palabra, ni la obra de Dios, ni los que trabajan en ella, sean cuestionados por este espíritu de confusión y control. (Rom. 16:17)

Por lo tanto no podemos tranquilamente mirar como Jezabel actúa en nuestras congregaciones y en las vidas de nuestros amigos y hermanos en la fe, deseando simplemente que se vaya; debiendo exponer esta situación ante el Señor y con la autoridad en Él que a la iglesia le ha sido delegada, cortar radicalmente su influencia y expulsarla de en medio de la congregación una vez descubierto. (Tito: 3:10-11)

Visto lo cual, y llevando una vida de sumisión y entrega a Dios, creo que deberíamos quedarnos y aplicarnos, con lo que el mismo Señor Jesucristo le dijo a la iglesia de Tiatira:

Y escribe al ángel de la iglesia en Tiatira: El Hijo de Dios, el que tiene ojos como llamas de fuego, y pies semejantes al bronce bruñido, dice esto:
Yo conozco tus obras, y amor, y fe, y servicio, y tu paciencia, y que tus obras postreras son mas que las primeras. Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que toleras que esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los ídolos.
Y le he dado tiempo para que se arrepienta, pero no quiere arrepentirse de su fornicación.
He aquí, yo la arrojo en cama, y en gran tribulación a los que con ella adulteran, si no se arrepienten de las obras de ella.
Y a sus hijos heriré de muerte, y todas las iglesias sabrán que yo soy el que escudriña la mente y el corazón, y os daré a cada uno según vuestras obras.  (Apoc. 2:18-23

 

 

Que la Gloria sea siempre para nuestro Dios.