Oraciones estorbadas.

 

 

Vosotros maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo. (1ª Pedro, 3:7)

Me contó tiempo atrás la experiencia que tuvo con el Señor un hermano en Cristo. Hermano este, muy utilizado como maestro y líder en la obra de Dios.

Resulta que el hermano en cuestión, al que llamaremos Juan, durante un tiempo de oración e intimidad con el Señor, al darle gracias por sus bendiciones, sintió que el Señor se dirigió a él diciéndole: -Juan, no me gusta como tratas a tu mujer- a lo que Juan, avergonzado le respondió: -Señor, no me digas eso, yo la trato bien- -No Juan, no la tratas bien- le respondió el Señor. ¿Por qué no se lo preguntas a ella? Le dijo el Señor.

Así que, herido en su amor propio, amor de maestro y líder, se dirigió a su esposa y le dijo: Cariño, ¿cómo crees que te trato? A lo que su esposa le contestó: -Juan, no me tratas bien-.

Ante tan inesperada respuesta, Juan quedó “tocado” y por amor a su esposa y al Señor, a partir de ese momento, el trato y la relación con su esposa, cambió; Porque como maestro, conocía las consecuencias que le acarrearía el seguir manteniendo una actitud equivocada con su esposa, según la Palabra de Dios.

Tales, como que sus oraciones podrían ser estorbadas. Y de hecho lo eran, porque al comenzar a tratar a su esposa como a vaso más frágil y a considerarla como a igual ante el Señor, comenzó a ser utilizado con más intensidad y efectividad.

Porque, según La Palabra de Dios, debemos vivir con nuestras esposas, sabiamente, por lo tanto si tenemos en cuenta que el principio de la sabiduría es el temor a Jehová, lo más sabio por nuestra parte sería por respeto al Señor y a sus enseñanzas, entender y asumir, que gran parte del motivo de que nuestras oraciones no sean contestadas, (estorbadas) no se debe a falta de ayunos o santidad, sino que pueda deberse al trato y a la relación que tengamos con nuestra esposa.

Estorbar, significa poner un obstáculo a la ejecución de algo; y a menudo o en ocasiones, algo, sin saber exactamente el qué, a pesar de haber orado intensamente, nos impide llevar a cabo proyectos que creíamos del Señor; culpando de ello a nuestro adversario, el diablo; cuando el impedimento puede muy bien salir de nuestra propia casa; porque por lo expuesto en el verso que encabeza este artículo, el primer proyecto que debemos acometer es arreglar nuestra vida conyugal, en caso de que sea necesario.

Es un misterio, pero debemos los esposos tratar y amar a nuestras esposas como el Señor trata y ama a su iglesia. (Efesios, 5:25-31)

La segunda cosa que puede estorbar a nuestras oraciones, puede deberse también a que haya algún conflicto sin resolver con algún hermano en Cristo o con otra persona:

Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas. (Marcos, 11:25-26)

Porque el Señor no permite que nada, este caso, la falta de perdón y compresión hacia a otros, se interponga entre él y nosotros para que pueda contestar a nuestras oraciones; obviando, al dirigirnos al Señor, cualquier “incidente” pasado o presente sin arreglar:

Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda. (Mateo, 5:23-24)

Al igual que también, puede ser una traba y de hecho lo es, la autosatisfacción y complacencia religiosa, al considerarnos mejores y más “justos” que otros. El orgullo religioso, que es soberbia, es uno de los obstáculos más serios a superar, para que nuestras oraciones lleguen a buen término sin ser estorbadas:

Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el otro publicano. El fariseo, puesto en pié, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aún como este publicano; ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano. (Lucas. 18:9-14)

Lo cierto es que deberíamos preguntarnos y preguntarle al Señor, sobre cuestiones como estas; aunque con lo expuesto de su Palabra, creo que lo tendríamos que tener lo suficientemente claro, para que nuestras oraciones no se vieran lastradas con el peso de todo aquello que el Señor considera necesario que acatemos, para que justificados, lleguen sin ningún estorbo a su presencia y sean además, contestadas.

Sin olvidar nunca, que el estorbo más importante para cualquiera de nuestras oraciones siempre es el pecado.

Porque los ojos del Señor están sobre los justos, Y sus oídos atentos a sus oraciones; Pero el rostro del Señor está contra aquellos que hacen el mal. (1ª Pedro, 3:12)

 

 

Que la Gloria sea siempre para nuestro Dios.

 

 

 

6 comentarios sobre “Oraciones estorbadas.

  1. Este mensaje ha tocado lo mas profundo de mi alma y me ha hecho reflexionar y dar un alto en el camino, para dedicar una parte de ese precioso tiempo, que nos da el Señor, para atender con mas amor a mi esposa y familia.

  2. Es interesante el tema de este articulo. Se nos olvida tantas veces y nos dejamos llevar por nuestro orgullo de macho ibérico que nos pasamos con nuestras mujeres y eso no tiene lugar como hijos de Dios, «YO NO QUIERO QUE MIS ORACIONES SEAN ESTORBADAS»

  3. Muy buena enseñanza, esta mañana el Esp. Santo estaba hablando a mi corazón esta palabra. Dios nos ayude a ser mejores esposos, padres y hermanos en la fe. Que podamos orar como Elias, a pesar de sus pasiones semejantes a las nuestras oró con fe, y no llovió.
    Saludos desde Argentina

  4. GRACIAS MUY BUENO EL ARTICULO, SIN EMBARGO A PESAR DE QUE LO ENTIENDO Y POR DIAS ESTAMOS BN CON MI ESPOSA, HE LUCHADO CON UN PROBLEMA DE REACCIONES AUTOMATICAS EQUIVOCADAS (AGRESIVAS Y VULGARES) Y DESAFORTUNADAMENTE A TRAVES DE LOS AÑOS HE EMPEORADO, ELLA ERA MUY TRANQUILLA PERO QUIZA POR LOS AÑOS Y MI MALA ACTITUD AHORA TAMBIEN TIENE MAL TEMPERAMENTO, HE INTENTADO CON AYUNOS, PSICOLOGOS, ORACIONES ,ETC , PERO CONFIESO QUE ME GANA, Y MI ESPOSA TIENE LA CARACTERISTICA DE TENER POCOS DEFECTOS Y ERRORES PERO NUNCA ACEPTA NI SE EXCUSA, NI MUCHO MENOS PIDE PERDON CUANDO SE EQUIVOCA , agradesco ayuda.

    • Estimado Alfonso, dices que tu esposa era muy tranquila y que ahora no lo es, ha cambiado y crees que tal vez se deba a tu mala actitud, y a pesar de ayunos, oraciones y psicólogos, no ha habido cambio en ella. Mi pregunta es la siguiente. ¿Has cambiado tu de actitud? Porque a menudo si no cambiamos nosotros primero, nuestras oraciones, ayunos y psicólogos no sirven de nada, porque en proverbios 15:29, se no dice Que el Señor oye la oración de los justos.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.