Varona, porque del varón fué tomada.

 

 

Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar.
Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre. Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada.    
(Génesis, 2: 21-23)

Recientemente fui invitado a participar en una país caribeño, a un evento para pastores, misioneros y adoradores.

Debía junto a dos hermanos norteamericanos, dirigir algunos de los diversos talleres que se iban a impartir; además de compartir (predicar) La Palabra, en alguna de las plenarias a celebrar.

Uno de los hermanos de Norteamérica, venía acompañado por su esposa, ambos habían sobrepasado la madurez, aunque eran muy activos; la esposa como todas las esposas, un poco más.

Al observar el trato que esta mujer, mujer de Dios, dispensaba a su esposo, dediqué sin pretenderlo, parte de mi tiempo a observarles. (1ª Pedro, 3:1-2)

El esposo era un excelente expositor bíblico con una dilatada experiencia que le avalaba, como tal.

La esposa era simplemente, la esposa del predicador a los ojos de mucha gente, pero no para mis ojos.

Esta mujer, mujer virtuosa, (es lo que creo) cada noche, antes de irse a la cama dejaba preparada una muda de ropa limpia para su marido. Era la última en acostarse y la primera en levantarse. Durante el desayuno, estaba pendiente de que su esposo tuviera lo necesario para una alimentación equilibrada, y de que no olvidara tomar la también necesaria medicación diaria.

Busca lana y lino, y con voluntad trabaja con sus manos
Es como nave de mercader; trae su pan de lejos.
Se levanta aun de noche, y da comida a su familia.
(Prov. 31:13-15)

Durante los cultos, (no se perdía uno) en los que su esposo compartía la Palabra, Biblia en mano, seguía atentamente y con detalle, la exposición que de ella hacía su esposo. Al terminar, ambos, cogidos del brazo, se dirigían a la habitación que les habían asignado, para disfrutar de un pequeño descanso, del merecido descanso.

Cuando debido al excesivo calor, porque hizo mucho calor, el esposo no podía bajar al comedor por dicha circunstancia, (afectaba a su salud) era la esposa la que se encargaba de llevarle a su marido el almuerzo a la habitación, además de otras atenciones. Y así durante el tiempo que duró el evento.

Le da ella bien y no mal todos los días de su vida. (Prov. 31:12)

Era el esposo quien llevaba La Palabra y ministraba; era el esposo quien se llevaba los halagos y los aplausos de los asistentes, por su bien hacer; pero era la esposa la que sostenía, o más bien ministraba al esposo, sin ningún halago ni aplauso…

Su marido es conocido en las puertas, cuando se sienta con los ancianos de la tierra.  (Prov. 31:23)

Ella simplemente le servía, porque le amaba, consciente además, aunque no me lo dijera, lo intuí, (no hablo inglés) de que si su marido servía al Señor a través del ministerio de La Palabra, ella servía al Señor, a través de un ministerio tan importante como el de su marido, aunque, para muchos, desconocido: El servicio al esposo. De no ser así, su esposo, no hubiera sido ni tan útil, ni tan eficaz como lo era, para la obra de Dios.

El corazón de su marido está en ella confiado, y no carecerá de ganancias. (Prov. 31:11)

Y no ya solo este hermano, sino cualquier varón casado, que sirva y trabaje para el Señor, si su esposa no está implicada en el ministerio, de servir al esposo, aunque a algunos les parezca improcedente, tal vez sean menos útiles y eficaces de lo que debían ser.

Mujer virtuosa ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosa. (Prov. 31:10)

Realmente es una ventaja, además de una bendición, estar felizmente casado con una mujer que se sujete a su marido y que sea su ayuda idónea, tal y como lo estableció el Señor nuestro Dios.

El que halla esposa halla el bien, y alcanza la benevolencia de Jehová. (Prov. 18:22)

Porque es toda una Mujer de Dios, la que acepta su condición de esposa y tal vez de madre; formando equipo con su marido, dedicados ambos, a ganar almas para Cristo; y que aunque en «ocasiones» deba permanecer aparentemente en la sombra, (cosa que no es así) debe tener la certeza de que después de Dios, es en ella, con quien se apoya y descansa su esposo. Yendo por delante de él, allanándole y despejándole el camino, cual si de una experta en logística espiritual se tratara. Y que al igual que su esposo, debe estar siempre orando y alerta, para evitar las acechanzas del maligno. Incluso, viendo y percibiendo en el espíritu, lo que su esposo por diversas circunstancias, ni vea, ni perciba.

Ve que van bien sus negocios; su lámpara no se apaga de noche. (Prov. 31:18)

Entendiendo que si ya no son dos, sino uno, los aplausos y las bendiciones que uno recibe, también son del otro, porque son uno, y que el uno sin el otro, nada podrían hacer.

Pero en el Señor, ni el varón es sin la mujer, ni la mujer sin el varón; porque así como la mujer procede del varón, también el varón nace de la mujer; pero todo procede de Dios. (1ª Cort. 11:11-12)

De tal manera, que aunque algunos no comprendan este tipo de relación, y la rechacen, es la bendita relación que el Señor desde un principio estableció para que el hombre y la mujer, gobernaran juntos, toda su creación.

Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra. (Génesis, 1:28)

 

Que la Gloria sea siempre para nuestro Dios.

 

 

 

Un comentario sobre “Varona, porque del varón fué tomada.

  1. Además de eso aun existen mujeres que a todo lo expuesto por tí, tiene un trabajo y cumplen con su cometido fuera de casa con el mismo amor y dedicación con el que cuidan su casa y a su esposo, que no hay diferencia…En fin…ya lo dice la escritura:
    Prov 31:10 Mujer virtuosa, ¿quién la hallará?
    Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas.
    Gracias Antonio y que Dios te bendiga en este 2012!

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