Pedantes en la Oración

Creo que todos los que lean este pensamiento, estarán de acuerdo con este servidor, que para orar ni se necesita cambiar el tono de voz, ni utilizar solemnes o rimbombantes palabras. Como si, según con que tono o con que palabras, el Señor respondiera o no, a las oraciones.

San Pablo, y eso que era san Pablo, dirigiéndose a los corintios les dijo:

Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabiduría.  (1ª Cort. 2:1)

Porque él sabía, que de haber ido demostrando todo lo que sabía y sabía mucho, la gente le hubiera conocido a él y no al Señor. Por lo tanto no le interesaba.

Porque la persona, que presume a través de sus palabras, (en la oración comunitaria) de tener grandes conocimientos bíblicos o hacer creer que los tiene, es (sin ánimo de ofender) un pedante.

Porque ni Jesús, cuando sus discípulos le pidieron que les enseñara a orar utilizó palabras grandilocuentes en la oración modelo. Ni en ninguna de las ocasiones en las que se dirigió al Padre en oración.

El Señor sabe lo que sabemos, y no necesita que se lo recordemos a través de la oración, o ¿es que, de lo que se trata, es hacer saber a los oyentes nuestro alto nivel espiritual e intelectual? O ¿de haber confundido, el constantes en la oración, de Romanos 12:12,   con pedantes en la oración?

Pues bien, según La Palabra de Dios, el comedido en palabras tiene sabiduría, y el que divulga lo que dice tener o saber, parece ser que carece de ella:

El que ahorra sus palabras, tiene sabiduría. (Prov. 17:27)

¿Podríamos pensar en ello?

3 comentarios sobre “Pedantes en la Oración

  1. El Señor mira el corazón, no oramos para que los demás nos oigan, lo bien que lo hacemos, gracias por este atículo, el Señor bendiga al centrocristianolavila.

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