Poder, amor y Dominio propio

En la segunda de las epístolas que Pablo le dirige a Timoteo le aconseja “que avive el fuego del don de Dios” que recibió al imponerle (Pablo) sus manos.

Añadiendo Pablo, que “no les había dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio”. (2 Tim. 1:6-7)

Por lo que deseo exponer de manera concisa, lo que según el apóstol Pablo, les dio Dios no solo a él y a Timoteo, sino a todos los que en verdad quieren servir al Señor Jesucristo, que es: Poder, para testificar (Hechos, 1:8); Amor, al haber nacido de Dios (1 Juan, 4:7-8); y dominio propio, para ser prudentes y sensatos. (2 Pedro, 1:3-8)

Así que, tomándome la libertad para extenderme un poco más sobre el dominio propio, ya que, al tratarse de la capacidad para regular nuestras emociones, pensamientos, impulsos y comportamientos, el Espíritu Santo tiene que venir en nuestra ayuda “y echarnos una mano” para poder controlarlos.  (Rom.8:26)

En Psicología, definen el dominio propio, “como la capacidad que nos permite controlar por nosotros mismos, nuestras emociones, y no que estas nos controlen a nosotros”. Aunque a menudo se necesita ayuda profesional (terapia) para conseguirlo.

Pero el dominio propio del que habla Pablo es un dominio controlado por el Espíritu Santo de Dios; y para ello utiliza la palabra *sophronismos, que es un término griego que significa disciplina, autocontrol, moderación y “mente sana”. Que en el contexto bíblico que nos atañe, se refiere a una mente equilibrada, racional y en control, incluso ante circunstancias difíciles, en oposición al miedo o a la irracionalidad, como don espiritual que es.

Como ciudad sin defensa y sin murallas es quien no sabe dominarse. (Prov. 25:28 NVI)

Y como nacemos sin dominio propio, la Biblia lo presenta como lo que es, un don de Dios que permite a los creyentes a través de la oración, el estudio de la Palabra y bajo la dirección del Espíritu Santo, actuar con poder y amor, manteniendo un estado de ánimo equilibrado y una mente sana, es decir con dominio propio, para llevar a cabo la gran comisión. De ahí el consejo de Pablo a Timoteo, y por ende a nosotros.

Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.

Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. (Fil. 4:6-7) 

Que la Gloria sea siempre para nuestro Dios.

* DOMINIO PROPIO:  Del griego SOPHRONISMOS.
La palabra indica buen juicio, modelos de pensamiento disciplinado, y la habilidad de entender y hacer decisiones correctas. Incluye las cualidades de autocontrol y autodisciplina.  En este sentido, es la única vez que aparece la palabra “sophronismos” en todo el Nuevo Testamento.

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