Pregoneros de Justicia

 

… Y si no perdonó al mundo antiguo, sino que guardó a Noé, pregonero de justicia, con otras siete personas, trayendo el diluvio sobre el mundo de los impíos; (2ª Pedro, 2:5)

Leyendo y meditando lo acontecido a Noé, y sobre todo al tratamiento que en esta epístola como pregonero de justicia el apóstol Pedro le da, recordé que en mi infancia, cuando los medios de comunicación eran muy limitados, en mi pueblo, había un pregonero para dar a conocer cualquier evento, suceso o novedad que había acontecido o iba a acontecer.

Se limitaba el pregonero, una vez que hacía sonar una especie de trompeta que portaba para que se congregara la gente a su alrededor, a dar a conocer escuetamente la noticia de que era portador, sin añadir, ni emitir ninguna opinión por su parte; simplemente la daba a conocer. Una vez hecho su trabajo, se dirigía a otra parte del pueblo, para repetir exactamente lo mismo; hasta que todo el pueblo quedaba enterado del anuncio que le habían encomendado las autoridades.

Aunque Noé, a diferencia del pregonero que yo conocí, era un pregonero de justicia, de la justicia de Dios, que es la de favorecer (bendecir) o dar a cada uno lo que le corresponda. (Rom. 2:2-11)

Tuvo Noé, un trabajo excepcional como pregonero, anunció, porque ese es el trabajo de un pregonero, lo que iba a acontecer y que el Señor le había revelado para que lo diera a conocer. Y no solo eso sino que fue el único que creyó a Dios, y se preparó en obediencia a Su Palabra, para lo que iba a suceder.

Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó el arca en que su casa se salvase; y por esa fe condenó al mundo, y fue hecho HEREDERO de la justicia que viene por la fe.  (Hebreos, 11:7)

No se cansó ni se desanimó Noé, de proclamar el mensaje de Dios, a pesar de que nadie le creyó, es más se mantuvo fiel al Señor y con Él caminó.  (Gén. 6:8-9)

Su pregón era la construcción del arca que el Señor le mandó construyera, dedicando parte de su vida a ello, porque un pregón es transmitir información (en este caso el pregón, era representativo) y mantener a una población o grupo de personas al tanto de los acontecimientos y hechos que son de gran importancia y que muchos desconocen.

¿Y que más importante, que dar a conocer de manera evidente, que el mundo en aquel entonces conocido, iba a desparecer tragado por las aguas, debido a la maldad de los hombres?  (Gén. 6:17)

Y como sabemos lo que le pasó a la humanidad por desobedecer a Dios, y lo que le pasó a Noé, por obedecerle, los que nos consideramos también “pregoneros” que somos todos los que hemos creído la Palabra de Dios, los que hemos sido llamados por Él, debemos, siguiendo los pasos de ese primer pregonero de justicia, Noé, como justificados por el Señor Jesucristo no cejar de publicar, aunque nadie nos crea, incluso ni los de nuestra propia familia, al igual que le pasó a Noé, que:

… De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. (Juan 3:16)

Como si de un arca se tratara, (que lo es) el mensaje de salvación del Señor.

No importa (aunque nos importe mucho) que no nos crean, lo que importa es que oigan lo que tenemos que decirles de parte de Dios. Y no solo decirles, sino que vean con nuestra actitud y comportamiento que si pregonamos el mensaje del evangelio, es, porque hemos creído en él, y por eso, cada día vamos construyendo nuestro futuro en y con Cristo. (Hechos, 17:24-31)

Porque de lo que se trata, es de vivir lo que proclamamos, al estar seguros que esa es la voluntad de Dios para con nosotros, para no ser como aquellos escribas y fariseos de los cuales nos alertó Jesús diciendo:

En la cátedra de Moisés se sientan los escribas y los fariseos.
Así que, todo lo que os digan que guardéis, guardadlo y hacedlo; más no hagáis conforme a sus obras, porque dicen, y no hacen.
Porque atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los hombres; pero ellos ni con un dedo quieren moverlas.  Antes, hacen todas sus obras para ser vistos por los hombres. Pues ensanchan sus filacterias, y extienden los flecos de sus mantos; y aman los primeros asientos en las cenas, y las primeras sillas en las sinagogas, y las salutaciones en las plazas, y que los hombres los llamen: Rabí, Rabí.   
(Mateo. 23: 2-7)

Debemos, si es que en verdad, caminamos con el Señor al igual que Noé, ser pregoneros de la justicia de Dios, dando a conocer con el ejemplo, todas y cada una de las enseñanzas que de Dios hemos recibido y por lo tanto asumido.

En caso contrario, cuando tengamos que comparecer ante Aquel, del cual decimos que nos llamó, ¿Qué le diremos o que alegaremos? (2ª Cor. 5:10)

Creo que lo más conveniente sería seguir el ejemplo de Pablo (apóstol de Jesucristo) y poder decir, al igual que él:

… Si anuncio el evangelio, no tengo por qué gloriarme; porque me es impuesta necesidad; y ¡ay de mí si no anunciare el evangelio!
Por lo cual, si lo hago de buena voluntad, recompensa tendré; pero si de mala voluntad, la comisión me ha sido encomendada.
¿Cuál, pues, es mi galardón? Que predicando el evangelio, presente gratuitamente el evangelio de Cristo, para no abusar de mi derecho en el evangelio.   
(1ª Cor. 9: 16-18)

Porque, aunque no sabemos cuándo acontecerá lo profetizado por el Señor Jesús, lo que sí sabemos es que se cumplirá, porque así lo dejó dicho; por lo tanto, debemos seguir proclamando el mensaje de salvación, hasta que suceda lo que tenga que suceder..

El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.
Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre.
Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre.
Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre.
Entonces estarán dos en el campo; el uno será tomado, y el otro será dejado.
Dos mujeres estarán moliendo en un molino; la una será tomada, y la otra será dejada.
Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor.
(Mateo, 24:35-42)

 

 

Que la Gloria sea siempre para nuestro Dios.

 

 

 

 

 

3 comentarios sobre “Pregoneros de Justicia

  1. Excelente argumentación, la gente no sabe para que vive o por qué vivir pero cuando el evangelio se nos revela en el corazón, nos convertimos en pregoneros de justicia, dando significado y propósito a nuestra vida y a las que lo escuchan.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.