No mas Dos, sino Uno.

 

 

Expone el apóstol Pablo en su primera carta a los corintios, la respuesta a una serie de preguntas que parece ser, en cuanto al matrimonio le formularon; entre ellas sobre las mas íntimas relaciones matrimoniales.

Problemas matrimoniales que a pesar de exponer el apóstol, con nítida claridad la solución a ellos, en la actualidad, aún muchas personas ya sean hombres y mujeres, no lo tienen nada claro o no aceptan esa solución. La solución que como apóstol de Jesucristo, Pablo les ofrece.

Es el apóstol un férreo defensor del matrimonio para todos aquellos que no tienen don de continencia, ya que la soltería o el mantenerse célibe, no debe ser por imposición, sino por convicción, además de acompañarla el don (continencia) mencionado

Creyendo, también Pablo, que no debe desecharse el matrimonio, (Rom. 16: 3-5) para poder “servir” mejor al Señor y vivir en constante desasosiego o quemándose, tal como así lo define el apóstol.

Así que opina Pablo, que los que no reúnan estos requisitos, es conveniente que se casen. (1ª Cor. 7:7-9)

Ya desde el principio, el Creador, puso en nosotros el instinto para que nos sintiéramos atraídos, por las personas del sexo opuesto; y cada uno en particular por una persona en concreto del otro sexo, de la que por amor, deseamos compartir toda nuestra vida. (Cantares, 1:15-16)

Unión que el Señor bendice y prospera.

Ahora bien, pueden surgir conflictos que hagan tambalear la institución matrimonial, como los que le plantearon al apóstol Pablo: ¿Qué pasa con las relaciones sexuales entre esposos creyentes? ¿Deben cesar estas o espaciarlas, ya que ese tipo de relaciones, no parecen ser muy espirituales?

A lo que el apóstol san Pablo, respondió:

En cuanto a las cosas de que me escribisteis, bueno le sería al hombre no tocar mujer; pero a causa de las fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer, y cada una tenga su propio marido.
El marido cumpla con la mujer el deber conyugal, y asimismo la mujer con el marido.
La mujer no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco tiene el marido potestad sobre su cuerpo, sino la mujer.
No os neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos sosegadamente en la oración; y volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia.
(1ª Cor. 7:1-5)

Respuesta esta, que si no se tuviera un espíritu de obstinación y rebeldía, se acataría sin mas, y sería el fin (en caso de darse) de este conflicto matrimonial. Porque la obstinación la define la Palabra de Dios, como idolatría. Sin olvidar, porque a veces se nos olvida, sobre todo cuando no coincide nuestra opinión con lo que nos dice la Escritura, que toda la Biblia es inspirada por Dios, (incluso lo que no nos gusta) y que aunque san Pablo no quiera imponer (1ª Cor. 7:6) lo que él entiende que es la respuesta correcta a la pregunta que le hicieron los corintios, recuerda (a los que dudan) que él también tiene el Espíritu de Dios. (1ª Cor. 7:40)

De todas formas, es probable que alguien alegue, que todo esto es machismo puro y duro, estoy seguro de ello, pero nada más lejos de la realidad; porque la recomendación de san Pablo se dirige tanto, al esposo como a la esposa, así que les ruego en caso de duda, que vuelvan a leer los versos citados. Además exhorta el apóstol, a los varones a santificarse, y a tratar cada uno a su esposa con santidad y honor.  (1ª Tesa. 4:1-5)

Lo que pasa es, que en la Iglesia de Jesucristo, continúa creciendo entre el trigo, la cizaña, y esta última con mas apariencia de trigo que de cizaña, ocultando lo que hay en su interior con una gruesa capa de espiritualidad, confundiendo con ello a muchos. (Mateo, 13:30)

No es pecado la relación conyugal, sino todo lo contrario, porque nos fortalece ante cualquier tentación de Satanás. Aunque parece ser, que para algun@s, dicha relación es algo carnal, y se debe “cumplir” porque así está establecido, no deja de ser algo indeseado  y desagradable. (Hebreos, 13:4)

Cuando para el Señor, según se expone en las Escrituras, es totalmente lo contrario. Él nos creó tal y como somos y vio que lo que Él creó, era bueno en gran manera. (Génesis, 1:31)

Incluso uno de los libros de nuestra amada y respetada Biblia, el Cantar de los Cantares, está dedicado a la relación y el amor entre los esposos, tal como lo aseguran la mayoría de los estudiosos y eruditos de las Sagradas Escrituras. Otros no lo creen así. (Cantares, 4:9-12)

La unión entre esposos, (hombre y mujer) es tan especial, que de ser dos se llega a ser uno. (Mateo, 19:6) De tal manera esto es así, que esta unión entre un hombre y una mujer, la define la Palabra de Dios, como un misterio; Como algo difícil de comprender, pero que a la vez, nos puede ayudar a una mayor comprensión de la bendita unión entre Cristo y la Iglesia, (1ª Cor. 6: 17) ya que los que están unidos en matrimonio, al haber gustado esta unión, podrán llegar a entender mas fácilmente, la unión espiritual entre Cristo y su Iglesia. (Efesios, 5:28-32)

Sucede también, que cuesta asumir que alguien pueda tener autoridad sobre nuestro propio cuerpo, ya sea nuestro esposo o nuestra esposa, porque al entrar a formar parte de la iglesia de Jesucristo, no caímos en la cuenta que debíamos despojarnos de ideas, convicciones y enseñanzas erróneas; viciadas por los años que vivimos alejados del conocimiento de Dios.

Habiéndonos dejado seducir durante mucho tiempo, por el dios de la ciencia, o de la cultura, o de la educación, o de la moda, o de lo políticamente correcto, o del conocimiento humano; ídolos que nos han ayudado a construir un muro de separación, llamado según el caso, machismo o feminismo, que nos impide abrir nuestro corazón y entregarnos plenamente y sin ningún tipo de rechazo a la persona amada, esperando siempre antes de dar, recibir.

Sin tener en cuenta que cuando en verdad se ama, la felicidad de nuestro compañer@ en la aventura de la vida, (matrimonio) es nuestra felicidad, porque ya no somos dos, sino uno. (Cantares, 7:10)

No se es más espiritual por huir del abrazo de tu espos@, ni más carnal por dejarte abrazar. Se es simplemente, hombre o mujer, creados a la imagen y semejanza de Dios. (Gén.  2:18-24)

Como ejemplo, baste tener en cuenta que en el libro de Proverbios, que también forma parte de la Biblia, se nos da a entender, que incluso en la vejez, las caricias y el amor entre los esposos debe ser algo habitual y satisfactorio.

Sea bendito tu manantial,
Y alégrate con la mujer de tu juventud.
Como cierva amada y graciosa gacela,
Sus caricias te satisfagan en todo tiempo,
Y en su amor recréate siempre.
(Prov. 5:18-19)

Así que, todos aquellos que anhelen hacer la voluntad de Dios, deberían tener en cuenta, que en cuanto a las relaciones matrimoniales, y en otras muchas, nuestras conclusiones, puntos de vista y pensamientos no coinciden ni lejanamente, con los pensamientos y la voluntad del Señor; tal y como así lo exponen las Sagradas Escrituras:

Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová.
Como son mas altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.
(Isaías, 55:8-9)

 

Que la Gloria sea siempre para nuestro Dios.

 

 

Un comentario sobre “No mas Dos, sino Uno.

  1. Muy bien amado: Es de suma importancia tocar este tema, particularmente para los siervos de Dios, ya que una mala relacion íntima con su esposa, expondrá mucho al siervo de Dios a caer en lazos del enemigo, ya que seguramente será un flanco debil por donde el enemigo le ha de tentar.
    Yo considero que una persona que no tiene resuelta su relacion matrimonial satisfactoriamente, no deberá recibir la responsabilidad del obispado o pastorado, ya que sera blanco facil del enemigo. Bendigo tu vida y sigue compartiendonos esta sencilla pero valiosa revelacion de la Palabra, que nos edifica, apostol Santiago

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